Nuestra voz nos sirve para dos cosas. Una de ellas es para Bendecir, para decir palabras que podrían inclusive salvar una vida, palabras como: “Te Amo”. La otra función de nuestra voz es la de decir cosas terribles que podrían herir a alguien, tan profundamente hasta dejarlo sin vida, sin moral, sin amor para dar.
En el momento en que el hombre (nosotros) fuimos expulsados por Dios de aquel jardín precioso del Edén, en ese momento Dios declaro, entre muchas cosas, que El pondría “ENEMISTAD” entre la creación y el enemigo de Dios. Esa enemistad esta plantada en nosotros al momento de nacer a este mundo, pero no se hace fructuosa “correctamente” hasta que reconozcamos quien es nuestro enemigo real. Lee aquí.
Entonces al primer encuentro de vernos o sentirnos o creer que alguien nos ha ofendido, lo primero que sale de nuestro corazón es la enemistad. Muchas veces ni siquiera necesitamos hablar para expresar nuestro desacuerdo. Otra veces, sin nuestro permiso, nuestro corazón aun no restaurado emite un dolor, inconformidad, insatisfacción y así mismo…la ofensa (y sin el permiso). No seria ideal tener una segunda oportunidad? Que tus palabras antes de salir de tu boca (esas palabras repentinas) que te pidieran permiso? Al menos así restaríamos la cantidad tremenda de tonterías que decimos y a veces ofensas.
Así es que La Palabra de Dios es entonces una espada de doble filo.
Porque? No me refiero a estar doblemente afilada para causar el mismo efecto. Es afilada con dos efectos totalmente opuestos.
Un domingo en la mañana alguien te llama por teléfono y te invita a cenar ese mismo día, y conversa contigo, y te alienta en su forma de hablarte. Y llega la noche. Ya de regreso de la cena, con esta persona, decides dejarle en su casa. Abres la puerta del coche y accidentalmente le golpeas fuertemente en el tobillo…justo donde termina el zapato. y te dice ”accidentalmente”, no solo con palabras, mas con una mirada fulminante: Vete al Infierno!!!!! Tu amigo (a) ha usado los dos efectos en las palabras que te dijo.
Eso explica el comentario al principio de la nota. Pero, como? Dios nos habla a nosotros así? No.
Dios usa un lado de la Espada cuando te dice a Ti:
Salmos 55:22
22 Encomienda al Señor tus afanes,
En el momento en que el hombre (nosotros) fuimos expulsados por Dios de aquel jardín precioso del Edén, en ese momento Dios declaro, entre muchas cosas, que El pondría “ENEMISTAD” entre la creación y el enemigo de Dios. Esa enemistad esta plantada en nosotros al momento de nacer a este mundo, pero no se hace fructuosa “correctamente” hasta que reconozcamos quien es nuestro enemigo real. Lee aquí.
Entonces al primer encuentro de vernos o sentirnos o creer que alguien nos ha ofendido, lo primero que sale de nuestro corazón es la enemistad. Muchas veces ni siquiera necesitamos hablar para expresar nuestro desacuerdo. Otra veces, sin nuestro permiso, nuestro corazón aun no restaurado emite un dolor, inconformidad, insatisfacción y así mismo…la ofensa (y sin el permiso). No seria ideal tener una segunda oportunidad? Que tus palabras antes de salir de tu boca (esas palabras repentinas) que te pidieran permiso? Al menos así restaríamos la cantidad tremenda de tonterías que decimos y a veces ofensas.
Así es que La Palabra de Dios es entonces una espada de doble filo.
Porque? No me refiero a estar doblemente afilada para causar el mismo efecto. Es afilada con dos efectos totalmente opuestos.
Un domingo en la mañana alguien te llama por teléfono y te invita a cenar ese mismo día, y conversa contigo, y te alienta en su forma de hablarte. Y llega la noche. Ya de regreso de la cena, con esta persona, decides dejarle en su casa. Abres la puerta del coche y accidentalmente le golpeas fuertemente en el tobillo…justo donde termina el zapato. y te dice ”accidentalmente”, no solo con palabras, mas con una mirada fulminante: Vete al Infierno!!!!! Tu amigo (a) ha usado los dos efectos en las palabras que te dijo.
Eso explica el comentario al principio de la nota. Pero, como? Dios nos habla a nosotros así? No.
Dios usa un lado de la Espada cuando te dice a Ti:
Salmos 55:22
22 Encomienda al Señor tus afanes,
y él te sostendrá;
no permitirá que el justo caiga
y quede abatido para siempre.
Dios usa el otro lado de la Espada cuando le dice al Enemigo:
Lucas 10:13-15 13 »¡Ay de ti, Corazón! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y en Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían *arrepentido con grandes lamentos.[c]14 Pero en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes.15 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el *abismo.
A quien estas escuchando? A Dios? Le crees a los pensamientos ignorantes que aterrizan en la incertidumbre y desconfianza, te escuchas a Ti mismo? A quien sigues?A quien estas escuchando? Abre tu Biblia y medita en ella diariamente para que recuerdes las Palabras de Victoria de Tu Padre Celestial para los días de lucha. No hay conquista sin precio ni triunfo sin sacrificio. Para lograrlo necesitas de la persona más Sabia a tu lado. Dios esta cerca de nosotros, pero es un Caballero. Si no llamas a Su Nombre….El no puede invadir tu privacidad. Pero si tú reconoces que “solo” no puedes, algún día? Entonces, El espera por Ti. Hoy mismo te ve y espera por Ti. Se desvive de ganas por decirte cuanto TE AMA. Déjalo abrazarte. Su Voz es nuestro refugio. Búscale hoy.
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