Ayunando, Leyendo la Palabra y Orando

Luchar desde un lugar de confianza absoluta muchas veces no es fácil. Pero a su vez es menos complicado si logramos rendir nuestra atención completamente hacia QUIEN goza con nuestra confianza absoluta en ese momento. Para tener confianza absoluta no basta el “recitarnos” algunos argumentos. Necesitamos rendirnos. Totalmente. Para rendirnos totalmente necesitamos creer totalmente.

Recuerdo cuando pequeña, mi Tío Jorge solía hacernos reír mucho, mucho (mucho), había momentos en casa donde se dedicaba a leer su periódico, sentado en aquel mueble blanco en medio de la sala de nuestra casita en la Victoria. Ya por la noche, como a la hora de la cena siempre nos deteníamos para conversar todos juntos y disfrutábamos mucho de sus bromas, historietas, experiencias. Era un momento especial, le dábamos toda nuestra atención, era el saber que con prestarle atención terminaríamos riendo siempre, confiados en su “singular” modo de hacernos pasar un buen rato, una sobremesa genial. En base a conocer que el contaba con este talento, así le prestábamos toda nuestra atención y siempre nos complacía. Lo sigue haciendo. Siempre. Gracias Jorge!!

En la Casa de Dios.

Vaciar la vida delante de Dios debe ser un privilegio diario, abandonar nuestra voluntad para darle lugar a Su voluntad. Confiar en Su Palabra y lograr fortalecer nuestro entendimiento. Seamos honestos, si no fuera por Su poder ni siquiera podríamos ofrecer un perdón genuino…solo El nos puede enseñar. Conversar con Dios, más que recitar o simplemente hablar, debe ser un momento de total confianza de saber que El sabe nuestro nombre. Lo sabe.

Conversar “con” Dios al orar debe ser el placer diario de darle a El aquel callado que nos infunda paz…cuando los momentos se hagan mas pesados y cansados. Solo El puede fortalecernos, a través de la Oración. El gozo viene de Dios.

Vaciar la vida a Dios y recordar Sus promesas, más que una carga rutinaria y aburrida, es un Placer, el placer de escuchar Su corazón. Que sea nuestra gravedad, nuestra luz, nuestra paz. El es.

“Dios toma entera responsabilidad por la vida santa (vida delante de Dios) completamente devota a El”

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El te Ama. Te Ama. Te Ama.