Persiguiendo el Amor

El Rey David era un hombre que perseguía el corazón de Dios. En el relato de los Salmos podemos encontrar muchas de las etapas de lucha por las que David tuvo que pasar en orden de cumplir con su unción como Rey, además a su vez, como escogido de Dios para ese cargo. Es decir, no era solamente servir al Pueblo y darle cuentas al pueblo de los avances, sobre todo era el rendirle cuentas a Dios… con su Vida. En muchas de las guerras en donde David se encontró, fue ahí mismo en donde pudo acercarse más a Dios y plasmar lo que su corazón iba conociendo. David perseguía el corazón de Dios, quería con sus alcances poder conocerle y complacerle más a Dios. David no era perfecto (tu y yo tampoco lo somos), mas David aprendió a luchar y vivir luchando para disfrutar de lo que Dios es. (Salmo 119) clic para leer.

La época en que vivió David no era nada parecida con la de hoy en día. Las costumbres, avances tecnológicos, leyes de cada Nación, todo se ha ido acomodando a los encantos y perjuicios del hombre. Pero, Dios no ha cambiado, el corazón de Dios no ha cambiado, la ley de Dios no cambiado. La totalidad del Amor de Dios es la misma y lo será por siempre. Talvez este mundo hoy ofrece satisfacer tanta cantidad de apetitos, que al apetito “por Dios” llega a ser algo de relevancia cero. En realidad, Dios es el centro de todo y si no le tenemos a El como numero uno, entonces, nada de Su voluntad se puede “ver” como El lo ha planeado y ansia Su corazón, tanto como el tuyo y el mío lo ansían. Todo puede modificarse aun más, modernizarse, globalizarse, renovarse, mezclarse. El Amor de Dios, en cambio, se mantiene puro, inmutable, único, incambiable, incondicional, no egoísta, verdadero.

Amor. Le podemos llamar de muchas maneras. Podemos decirle: Voluntad de Dios, Más alto nivel de bien, Acción de llevar a cabo la voluntad de Dios. Etc. En realidad lo más importante, considero, es la importancia de las RELACIONES. Sin una relación…como empezamos? Por donde empezamos? Como empezamos a amar?

AMA A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, Y AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO” ~Jesús de Nazaret.

Si. El punto de alcanzar ese equilibrio es la respuesta. Amar a Dios, sin querer hacer “mi” voluntad. Amar a los demás, “dando” la vida misma por ellos. Amarlos así como “amamos nuestro ser”. Un Amor saludable por uno mismo es importante para aprender a amar a los demás, sin excesos o ausencias. Saber lo que vales. Saber lo que Cristo hizo por Ti. Saber cuanto TE AMA. Para eso…tienes que primero amarlo. Ese es tu único valor, lo que Jesucristo hizo por Ti. Si lo puedes ver con ojos espirituales, si lo puedes concebir en tu ser…que El pago por tu vida y que Tu eres muy valioso en Sus ojos…eso es tu valor. Verdadero Valor de Hombre. Cristo te pregunta ahora….me Amas? me Amas? me Amas? Sabes como amarle?

Amor. Perseguirlo de mano de Dios, se ha convertido en un viaje sin retorno. Un viaje en donde El maneja mi voluntad y Yo me rindo a Su Omnipotencia. Una persecución por Su Corazón, por alcanzar Su diaria voluntad y complacer todos Sus deseos. El alcanzar mas oportunidades diariamente, muy a pesar de nuestras imperfecciones, el alcanzar Su corazón cada día…El lo Vale. El lo vale. El Lo VALE. Dios lo vale. Lo vale absolutamente todo. Persíguele Tú también. Persíguele! El te enseñará como Amarle. El Te Ama y tu lo sabrás, y ese será tan solo el primer paso. Saber que somos amados…en Su Corazón, ese es el primer paso. Hoy puedes saberlo. Dale Tu vida una vez más.
“Querido Dios, Yo se que Yo he hecho cosas incorrectas y Yo te pido me perdones por todo mi pecado y que entres a mi vida. Gracias Jesús por salvarme hoy.”

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